Aquí os dejamos cinco signos evidentes de que estás teniendo algún problema con tus zapatillas y eso te hace que vayas un poco más lento de lo normal.
Seguro que todos somos conscientes de la importancia que tiene mantenerse fresco mientras se hace ejercicio para no llegar a temperaturas elevadas corporales. Una gran cantidad de calor corporal se pierde por las extremidades, es decir, por los pies y las manos, además de la cabeza. Es por ello que es sumamente importante que las zapatillas de running tengan una ventilación adecuada con el fin de desprender el calor adicional acumulado y no llegar a producir riesgo de ampollas.
Aquí pasa como con los vehículos, cuanto más viejos, menos rendimiento pueden proporcionar. Es importante controlar la duración útil de nuestras zapatillas de running, ya que pueden además producir lesiones inesperadas. Se deberían cambiar las zapatillas cada 700 km aproximadamente.
Tan importante como comprar unas zapatillas adecuadas y adaptadas a nuestra pisada y a la intensidad del ejercicio que vayamos a realizar, es atarse las zapatillas de manera correcta. Existen diferentes técnicas que permiten disponer de una pisada óptima.
Parece de sentido común que si te lesionas con frecuencia, algo no va bien con tus zapatillas. Seguramente no hayas elegido la zapatilla correcta. Asegúrate de hacerte un estudio de la pisada antes de comprar tus zapatillas de running. Hoy en día, casi todos los establecimientos deportivos ofrecen la posibilidad de realizar este tipo de estudios de forma gratuita.
Hoy en día se fabrican zapatillas deportivas extremadamente ligeras, incluso por debajo de los 150 gramos. Cuanto más ligera sea la zapatilla, más rendimiento podrás obtener en cada zancada.
1. Tus pies están demasiado calientes
Seguro que todos somos conscientes de la importancia que tiene mantenerse fresco mientras se hace ejercicio para no llegar a temperaturas elevadas corporales. Una gran cantidad de calor corporal se pierde por las extremidades, es decir, por los pies y las manos, además de la cabeza. Es por ello que es sumamente importante que las zapatillas de running tengan una ventilación adecuada con el fin de desprender el calor adicional acumulado y no llegar a producir riesgo de ampollas.
2. Son viejas
Aquí pasa como con los vehículos, cuanto más viejos, menos rendimiento pueden proporcionar. Es importante controlar la duración útil de nuestras zapatillas de running, ya que pueden además producir lesiones inesperadas. Se deberían cambiar las zapatillas cada 700 km aproximadamente.
3. No te atas las zapatillas adecuadamente
Tan importante como comprar unas zapatillas adecuadas y adaptadas a nuestra pisada y a la intensidad del ejercicio que vayamos a realizar, es atarse las zapatillas de manera correcta. Existen diferentes técnicas que permiten disponer de una pisada óptima.
4. Te lesionas con frecuencia
Parece de sentido común que si te lesionas con frecuencia, algo no va bien con tus zapatillas. Seguramente no hayas elegido la zapatilla correcta. Asegúrate de hacerte un estudio de la pisada antes de comprar tus zapatillas de running. Hoy en día, casi todos los establecimientos deportivos ofrecen la posibilidad de realizar este tipo de estudios de forma gratuita.
5. Peso de la zapatilla
Hoy en día se fabrican zapatillas deportivas extremadamente ligeras, incluso por debajo de los 150 gramos. Cuanto más ligera sea la zapatilla, más rendimiento podrás obtener en cada zancada.
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