1 Demasiados kilómetros
Está bien ser entusiasta y entrenar fuerte, pero hay que
tener mucho cuidado con el entrenamiento excesivo. Hay que empezar de forma
progresiva, incorporando cada vez más kilómetros a nuestras piernas si queremos
no tener ningún percance o lesión. Busca por la red algún plan de
entrenamiento para corredores noveles, los hay de todos los colores.
2 Correr demasiado rápido
En las primeras semanas de entrenamiento hay que correr a un
ritmo cómodo, que nos permita seguir un ritmo de entrenamiento sin demasiados
problemas. El objetivo es meter kilómetros a nuestras piernas y coger fondo. La
velocidad en carrera ya se entrenará más adelante, cuando tengamos una buena
base y podamos aguantar tandas largas de entrenamiento.
3 Nada de variedad
Es importante hacer entrenamientos variados. No vale con
coger las zapatillas y salir a correr siempre al mismo ritmo e intensidad.
Esto, además de aburrido, puede convertirse en una barrera para realizar
grandes progresos. Por ello, es interesante entrenar también mediante sesiones
de fartlek, intervalos, etc.
4 Zapatillas equivocadas
Ya lo hemos comentado en alguna ocasión, las zapatillas son
lo más importante de nuestra indumentaria cuando salimos a correr. Por ello, es
indispensable que nos realicen un estudio de la pisada y nos aconsejen el
modelo más adecuado para salir a correr en función de nuestras necesidades.
Esto nos evitará algún que otro disgusto.
5 Ponerse objetivos poco realistas
Marcarse unos objetivos es importante para intentar cumplirlos, pero tan importante como marcarlos es establecerlos de la forma
correcta. No podemos empezar a correr y tener como objetivo nuestro primer
maratón. Hay un montón de carreras de corto alcance en las que podemos competir
para ver nuestros progresos.
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