martes, 6 de agosto de 2013

17:10

La cadencia tiene vital importancia a la hora de disponer de una buena técnica de carrera. La cadencia es el número de pasos que damos al correr en un minuto. Lo recomendable es dar unos 180 pasos por minuto, pero resulta bastante difícil para un corredor de carreras populares alcanzar esa cifra... por lo menos para mí.

Así que tenemos que encontrar nuestra propia cadencia, un número de pasos por minuto en el que nos sintamos cómodos a la hora de entrenar, y tomando como referencia ese número inicial, se puede trabajar para ir aumentando la cadencia y que se acerque lo máximo posible a los 180 pasos por minuto.

Una cadencia elevada ayuda a sufrir menos lesiones musculares, haciendo que el cuerpo tenga una postura menos forzada al correr, ya la pisada no se realiza cargando el peso del cuerpo sobre el talón, lo cual es un error fatal, sino debajo del centro de gravedad del mismo.

Existe una modalidad que se denomina barefoot runningque básicamente consiste en correr descalzo, en la que sus defensores afirman que corriendo sin zapatillas se consigue de forma natural, que la pisada y postura del cuerpo sean las óptimas. Podéis probar a correr descalzos en la arena para sentir esas sensaciones y compararlas con la forma de pisar corriendo con zapatillas.

Una vez que tengamos una cadencia de carrera adecuada, el secreto está en utilizar la misma cadencia, independientemente de la velocidad a la que corramos o entrenemos. El siguiente vídeo muestra este concepto a partir del minuto 3. En el siguiente post explicaré cómo podemos entrenar a una cadencia constante utilizando música, por supuesto.

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