miércoles, 9 de abril de 2014

21:48

¿Alguna vez te has fijado en una especie de rodillo de goma dura que suele estar abandonado en el gimnasio sin que nadie le haga demasiado caso? Quizá sea el momento de que le busques un hueco en tus rutinas de preparación física.

Este rodillo comenzó a ser usado en el mundo de la fisioterapia y la rehabilitación como herramienta para movilizar la columna, así como en ejercicios de estabilización. El uso del rodillo requiere control, estabilización y equilibrio, ya que es una superficie inestable. Esto hace que se incremente el trabajo de la musculatura que sostiene la columna, así como del abdomen.

Además, el rodillo se utiliza para la autoliberación miofascial, ya que debido a su dureza, puede ser utilizado para realizar masajes mediante presión, en aquellas zonas tensionadas o contracturadas con el fin de tratar la zona.

Personalmente lo utilizo para liberar y descargar la espalda, tanto la zona superior como la zona lumbar, y me funciona. Pero recuerda que aunque esta técnica te puede ayudar a mejorar, si tienes una lesión severa, no lo dudes y acude a un fisioterapeuta profesional.

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