sábado, 23 de enero de 2016

15:18
Cuando corres, tu cerebro está en constante comunicación con tus músculos para tratar de establecer una configuración óptima de carrera y puedas correr de forma más eficiente, es decir, con menos activación muscular. Este proceso involuntario explica por qué los corredores llegan a tener una carrera más eficiente a medida que cogen experiencia y acumulan kilómetros.


Pero es posible acelerar este proceso natural para llegar a ese ritmo de carrera tan eficiente. Ciertos estudios científicos muestran que nuestro sistema neuromuscular tiende a intentar descubrir formas más eficientes de movernos cuando llegamos a nuestros límites, es decir, cuando tenemos algo de fatiga y sentimos cansancio al final de nuestros entrenamientos. 




Es por ello que en el último tramo de nuestros entrenamientos, podemos forzar un poco más la máquina para intentar acelerar este proceso y lleguemos a correr de forma más eficiente. Con los últimos 5 o 10 minutos a un ritmo algo más elevado bastará. !Pruébalo!

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